miércoles

GAUCHOS DE LA ARAUCANÍA

LOS MAPUCHES O ARAUCANOS

Los mapuches o araucanos, son el aguerrido pueblo del sur de Chile que nunca se doblegó ante el español.
Mientras todos los imperios de América eran arrasados a fuego y acero, los mapuches desnudos, armados solo con sus lanzas, garrotes y boleadoras, fueron una barrera impenetrable para el conquistador. Ni dioses, ni oro, ni excusas. La bravura y la soberbia del mapuche detuvo la tormenta, los centauros de metal fueron talados y los pesados jinetes conocieron el sabor del polvo y la sangre. Bastó que el anciano Colo- Colo lanzara la flecha teñida de rojo para que el bosque cobrara vida y los titanes se cuadraran ante él ansiosos de enfrentar al invasor. El sabio cacique propuso una prueba sencilla: el que sostuviera por más tiempo un pesado tronco sobre sus hombros, sería el Toqui o capitán en la guerra que se avecinaba. Caupolicán lo sostuvo dos días y dos noches y se impuso a rivales tan fieros como Andalicán, Tucapel y el fornido Lincoyán. Luego el brutal choque entre dos razas. Los pueblos se levantaron y fueron quemados, los hombres pasados a cuchillo, las mujeres robadas. Aunque Caupolicán fue capturado y atravesaron su cuerpo lentamente con una aguzada vara, no pidió clemencia. A Galvarino le cortaron ambas manos y no se le oyó ni siquiera un lamento, al contrario, escupió a los enemigos y puso su cabeza sobre el tronco ensangrentado como prueba de valor. La idea era amputarlo y soltarlo para escarmentar al resto, pero los mapuches volvieron más embravecidos y Galvarino, con un cuchillo amarrado a cada brazo para seguir peleando. Por otra parte el audaz Lautaro que había sido caballerizo de Pedro de Valdivia, le entregaba a sus hermanos los secretos descubiertos en los campamentos españoles. Los mapuches, gente de la tierra, aprendieron el manejo del caballo y fueron aún más temibles. Tanto, que los mismos españoles llenos de admiración, les dedicaron un largo poema épico. Alonso de Ercilla comienza “La Araucana”, diciendo:

“Chile, fértil provincia y señalada,
de la Región Antártica famosa,
de remotas naciones respetada
por fuerte, principal y poderosa.
La gente que produce es tan granada,
Tan soberbia gallarda y belicosa
Que no ha sido por rey jamás regida
Ni a extranjero dominio sometida.”









Guerra de Arauco

















LAUTARO





Caudillo araucano. Nace en Carampangue el año 1534. Desde 1550 trabaja como mozo de caballerizas del gobernador Pedro de Valdivia. Comanda las fuerzas mapuches en la batalla de Tucapel donde Valdivia pierde la vida. Vence a Francisco de Villagra en la batalla de Marigüeñu. Ataca Penco el 22 de diciembre. En 1556 captura por segunda vez la ciudad de Concepción. Un año después, inicia su marcha hacia el norte para invadir Santiago. Cruza el Maule y llega a Chilipirco donde se encuentra el campamento de Villagra. El 1º de abril, mientras los mapuches duermen, las tropas españolas los atacan por sorpresa. En la batalla de Peteroa, Lautaro muere de un golpe de lanza. Es considerado un genio militar debido a la creación de las estrategias y tácticas de combate que diseña a partir de los puntos débiles de los españoles.


Educación Del Cacique
Pablo Neruda

Lautaro era una flecha delgada.
Elástico y azul fue nuestro padre.
Fue su primera edad sólo silencio.
Su adolescencia fue dominio.
Su juventud fue un viento dirigido.
Se preparó como una larga lanza.
Acostumbró los pies en las cascadas.
Educó la cabeza en las espinas.
Ejecutó las pruebas del guanaco.
Vivió en las madrigueras de la nieve.
Acechó la comida de las águilas.
Arañó los secretos del peñasco.
Entretuvo los pétalos del fuego.
Se amamantó de primavera fría.
Se quemó en las gargantas infernales.
Fue cazador entre las aves crueles.
Se tiñeron sus manos de victorias.
Leyó las agresiones de la noche.
Sostuvo los derrumbes del azufre.
Se hizo velocidad, luz repentina.
Tomó las lentitudes del otoño.
Trabajó en las guaridas invisibles.
Durmió en las sábanas del ventisquero.
Igualó la conducta de las flechas.
Bebió la sangre agreste en los caminos.
Arrebató el tesoro de las olas.
Se hizo amenaza como un dios sombrío.
Comió en cada cocina de su pueblo.
Aprendió el alfabeto del relámpago.
Olfateó las cenizas esparcidas.
Envolvió el corazón con pieles negras.
Descifró el espiral hilo del humo.
Se construyó de fibras taciturnas.
Se aceitó como el alma de la oliva.
Se hizo cristal de transparencia dura.
Estudió para viento huracanado.
Se combatió hasta apagar la sangre.
Sólo entonces fue digno de su pueblo.
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Gracias a Lautaro, los mapuches conocieron el manejo del caballo y comenzó la etapa ecuestre de este pueblo.



La guerra de Arauco duró más de 3 siglos, y en cierto modo nunca ha terminado.
Si bien es cierto Chile cayó bajo el dominio español y fue colonia, los mapuches nunca se rindieron. Luego de la independencia, cuando los españoles fueron expulsados los mapuches continuaron peleando contra el Estado chileno, que comenzó una sangrienta campaña en el sur llamada “Pacificación de la Araucanía”. Un infierno.

Pero eso no era todo, el espíritu inquieto y aventurero de los mapuches y su condición de guerreros incansables, los había llevado a cruzar la cordillera y atacar a los primitivos habitantes de la Pampa argentina, llamados genéricamente Pampas, los cuales fueron prácticamente borrados del mapa por las hordas que en potentes caballos invadieron el llano y reemplazaron de algún modo la cultura de los pueblos originarios como los guenaken y los chechehet. La pampa fue araucanizada por los aborígenes chilenos y los poblados fundados por los criollos argentinos, una y otra vez arrasados por los malones. El gobierno argentino comenzó una campaña para expulsar a los mapuches que cruzaban continuamente la frontera para asolar lugares como Dolores, Tandil y Olavarria, dejando a su paso un reguero de degollados y llevándose a las mujeres blancas al anca de sus caballos. La guerra de Salinas Grandes duró alrededor de 70 años hasta que cayó el último cacique de la dinastía de los Cura, que en mapudungun significa “piedra”. El origen de esta dinastía de mapuches estuvo en el gran cacique Calfucura (Piedra azul), nacido en la zona del volcán Llaima, Novena Región de Chile y cuna de aguerridos lanceros. Luego vendría su hijo Manuel Namuncura (Garrón de piedra), que sucumbió frente al poderío del General Villegas y terminó cediendo ante la promesa del gobierno Argentino de hacerlo Coronel del ejército y darle todos los beneficios que ello implicaba. Por último lo único que se cumplió de aquella promesa fue la entrega del uniforme de Coronel. Namuncura se hizo argentino y tuvo un hijo que se cristianizó y ahora es considerado un santo. Ceferino Namuncurá, nació en Chimpay, Patagonia argentina y falleció a muy temprana edad. Así como ellos muchos otros mapuches se arraigaron en Argentina y hoy forman importantes comunidades en el vecino país, especialmente en la zona del Neuquén.



LOS MAPUCHES Y LOS GAUCHOS

Antes de nacer el gaucho propiamente tal, la Pampa argentina era un terreno poblado de haciendas y tropillas y la vida en las estancias era apacible y sin carencias para los campesinos. Esto lo describe certeramente José Hernández en el Martín Fierro cuando dice:

El gaucho más infeliz
Tenía tropilla de un pelo
No le faltaba un consuelo
Y andaba la gente lista
Tendiendo al campo la vista
Solo veía hacienda y cielo


Y en otro pasaje:

Estaba el gaucho en su pago
Con toda seguridad
Pero ahora barbaridad
La cosa anda tan fruncida
Que gasta el pobre la vida
En juir de la autoridad


Aquí vemos que al principio todo era bonito para el paisano y nada le faltaba, pero este ultimo verso indica que las cosas cambiaron. Claro el paisano que vivía tranquilo en las estancias pasó a ser un perseguido de la justicia y pasó a llamarse “gaucho” precisamente por eso. Es un gaucho justamente porque es un nómade, un errante de la pampa. El mismo Hernández lo dice en otra estrofa:

Monté y me encomendé a Dios
rumbiando para otro pago
Que el gaucho que llaman vago
No puede tener querencia
Y así de estrago en estrago
Vive llorando la ausencia

El anda siempre juyendo
Siempre pobre y perseguido
No tiene cueva ni nido
Como si juera maldito
Por que el ser gaucho ¡barajo!
El ser gaucho es un delito

Sin embargo el mismo Hernández de algún modo se contradice cuando llama “gaucho” al paisano que estaba tranquilo en su pago entre la abundancia de la vida estanciera, ya que fue posteriormente cuando el paisano empezó a ser perseguido que tomó la condición de gaucho. Era precisamente el nomadismo lo que hacía a un gaucho ser un gaucho. Esto mismo es lo que afirmaba Jorge Cafrune gran cantor jujeño, que una vez dijo en un discurso en las Naciones Unidas “Cuando me preguntan si hoy existen gauchos en la Argentina o en el Uruguay...no existen ya mas gauchos. El gaucho es un personaje que responde a un tiempo histórico social”. Esto le valió muchas críticas, pero en el fondo Cafrune tenía razón, cuando las cosas se arreglaron en Argentina los gauchos se extinguieron porque volvieron a ser trabajadores de campo, dependientes de un patrón y perdieron su condición de nómades. Sin embargo la palabra gaucho se siguió utilizando, ahora, para describir a los peones rurales, y esto es lo que se sigue haciendo en Argentina, Uruguay, Patagonia chilena, Paraguay, Sur de Brasil, Noreste de Bolivia, etc. No es sin embargo solo un nombre, sino que se trata de un conjunto de elementos que caracterizan a este gaucho rural, que nació con la extinción del gaucho antiguo. Hay de por medio toda un a filosofía, música, vestimentas y aperos. Y esto es lo que pone feliz a los que aman y creen en la cultura gauchesca.

En cuanto a que José Hernández llama gauchos a los paisanos de las estancias antes de que realmente se convirtieran en gauchos, puede ser un capricho de poeta. Si Neruda le hace un Oda a un elemento tan humilde como una cebolla y es capaz convertirla en una gema, a puro verso, así el gran José Hernández tiene la facultad de hacer volar un término hacía atrás en el tiempo con su pluma. En fin, los poetas pueden hacer lo que quieran.

Para comprender las condiciones que dieron origen al gaucho de la pampa y su relación con el pueblo mapuche, es necesario explicar el porqué del cambio, que llevó al paisano de ser un criollo que vivía cómodamente en su rancho, sin carencias ni sobresaltos a ser un gaucho o individuo perseguido, pobre y mal mirado por la sociedad.

Para empezar la misma abundancia de ganado y tropillas, atraía continuamente como antes habíamos dicho, a los mapuches que continuamente cruzaban desde Chile para llevarse ganado y mujeres blancas, arrasando las nacientes poblaciones del llano bonaerense. El gobierno entonces comenzó una campaña en contra de los mapuches, llamada la Campaña del Desierto y empezaron a enviar contingentes a la frontera para detener la entrada de los araucanos. Entonces comenzó el reclutamiento de los paisanos, no siempre con métodos muy honestos para mandarlos a la frontera convertidos en “milicos”. Los sacaron a la fuerza de sus ranchos, hicieron redadas colectivas en los boliches, donde no se salvó nadie, los amenazaron y los obligaron. A los que fueron les dieron un pésimo trato en los fortines como puede verse en el siguiente verso del Martín Fierro:

Tuve en mi pago en un tiempo
Hijos hacienda y mujer
Pero empecé a padecer
Y me echaron a la frontera
Y que iba a hallar al volver
Tan solo hallé la tapera

...............................................
Y Así en mi moro escarceando
Enderecé a la frontera
Aparcero si usté viera
Lo que se llama cantón
Ni envidia tengo al ratón
En aquella ratonera


Al parecer algunos oficiales superiores se aprovechaban del pánico y se enriquecían a costa del trabajo de los milicos, a quienes trataban como peones, olvidando de este modo el objetivo final que era proteger la frontera contra los araucanos.


Y que indios ni que servicio
Si allí no había ni cuartel
Nos mandaba el coronel
A trabajar en su chacra
Y dejábamos las vacas
Que las robara el infiel

Yo primero sembré trigo
Y después hice un corral
Corté adobe pa`un tapial
Hice un quincho y corté paja
La pucha que se trabaja
Sin que le larguen un real

Obviamente los araucanos seguían haciendo de las suyas y maloneando a su gusto. La verdad es que el comportamiento de los mapuches que cruzaban a Argentina no variaba mucho del que históricamente tuvieron en Chile. El Martín Fierro los describe así.


Tiemblan las carnes al verlos
Volando al viento la cerda (cabellera)
La rienda en la mano izquierda
Y la lanza en la derecha
Ande enderieza abre brecha
Pues no hay lanzazo que pierda

Sabe manejar las bolas
Como naide las maneja
Cuando el contrario se aleja
Manda una bola perdida
Y si lo alcanza sin vida
Es seguro que lo deja

Y el indio es como tortuga
De duro pa`despachar
Si lo llega a destripar
Ni siquiera se le encoge
Luego sus tripas recoge
Y se agacha a disparar

Ya habíamos hablado antes del la dureza del mapuche y el espíritu belicoso que lo caracterizaba.
Con todo, algunos de los improvisados milicos ante los malos tratos de los superiores y las pocas expectativas que ofrecía el servir al gobierno de la época, decidieron desertar.

Ya andaba desesperao
Aguardando una ocasión
Que los indios un malón
Nos dieran y entre el estrago
Hacérmele cimarrón
Y volverme pa’ mis pagos
..........................................
Ansina, pues conociendo
Que aquel mal no tiene cura
Que tal vez mi sepultura
Si me quedo iban a encontrar
Pensé en mandarme a mudar
como cosa más segura

Pero aún faltaba lo peor. El paisano desertor volvía a su tierra después de años de penurias e injusticias vividas en la frontera y se encontraba con que la corrupción también había llegado hasta a despojarlo de sus bienes y su familia.

No hallé ni rastro del rancho
Solo estaba la tapera
Por Cristo si aquello era
Pa’ enlutar el corazón
Yo juré en esa ocasión
Ser más malo que una fiera

Y aquí nos encontramos con un hombre despojado, que ha evolucionado de manera dramática desde el tranquilo y hábil peón de campo con casa y familia, al milico fronterizo maltratado, luego al desertor perseguido, dolorido y nostálgico, que se transforma por fin en el hombre solitario, al que le han arrebatado la mujer, los hijos, el rancho, todos los motivos de vida y que abandonado a su suerte, con la ley tras él no tiene otro horizonte que la inmensa Pampa para cabalgar su pena y su rabia. Eso era un gaucho.


Y este gaucho, que por su condición de paria no puede acercarse a ningún lugar civilizado, no encuentra nada mejor que llegarse hasta los campamentos o toldos de los mapuches para convivir con ellos. Esos mismos que él en un principio combatió como soldado. Es por eso que el gaucho y el mapuche son hermanos. El gaucho aprendió el modo de vida del araucano, por necesidad. Usó y perfeccionó las prendas y herramientas usadas por él, las boleadoras que el mapuche usaba desde tiempo inmemorial, el chiripá, las botas de potro, los ponchos. Asimismo los mapuches comenzaron a tomar cosas de los gauchos como los sombreros, los pañuelos, las botas de material y la relación se hizo más estrecha.

El gaucho aprendió del mapuche y el mapuche del gaucho.


El gaucho antiguo tiene mucho de mapuche en su aspecto y vestimenta


En Argentina la influencia de los aborígenes chilenos aún se mantiene en la cultura gauchesca y es posible ver gauchos y cantores trasandinos usando los ponchos que los mapuches llevaron a la pampa con sus característicos diseños geométricos. Esto demuestra que el intercambio cultural ha sido y sigue siendo un lazo de unión entre naciones que al parecer tienen muchas más cosas en común de lo que a primera vista podría parecer. El gaucho, fue hermano del mapuche en la adversidad y por eso seguramente conserva algunas cosas que de él provienen, el huaso chileno también lo fue, pero sucedió que al llegar el siglo XX el huaso se modernizó y como esta modernización estuvo a cargo de los latifundistas con dinero y no de los criollos, se borraron las influencias mapuches y se acentuaron extremadamente las influencias españolas, por lo que ahora el huaso actual, tiene mucho más de Cordobés o Andaluz, que de criollo. Y es que al latifundista rico no le gusta el mapuche, porque le recuerda que la tierra nunca ha sido suya.








Los gauchos argentinos actuales conservan en sus ponchos los típicos diseños y guardas mapuches


Poncho: El poncho es una prenda rectangular de lana con una abertura a lo largo para pasar la cabeza. Los gauchos lo convirtieron en prenda indispensable para abrigarse en sus viajes por la extensa llanura, lo utilizaron como bolsa de dormir y como carpa en los improvisados campamentos de los hombres de la pampa. En una pelea de cuchillo, el gaucho se envolvía el poncho en el brazo izquierdo formando una especie de coraza, que le permitía parar los tajos o puñaladas del facón enemigo .El gaucho no abandonaba nunca el poncho, lo llevaba doblado, al hombro, o envuelto a la cintura y anudado a la izquierda, para que el nudo no le dificultase los movimientos de la mano derecha. Cada región de la Argentina tiene su poncho "típico", con colores y formas características, tejiéndolos a mano y en telares primitivos.Todo hace suponer que los araucanos fueron los inventores del poncho. Lo llamaron "phonto" y desde Chile lo difundieron a lo largo de los Andes. Sin embargo el poncho conoce un antepasado similar que se llamaba "uncu" y lo usaban otros indios de América. Era una camisa sin mangas, muy suelta y amplia. También existe una posibilidad de que poncho sea voz del léxico de la marinería española del mediterráneo El poncho se compone de dos pedazos de tela, de siete pies de largo por dos de ancho, cosidos entre sí a lo largo, menos en el centro, donde se deja un hueco suficiente para que por él pueda meterse la cabeza. Casi siempre tiene flequitos en los bordes

(Información y fotografía de: folkloreargentino.blogspot.com)




MAPUCHES E INFLUENCIA GAUCHESCA EN CHILE

Luego de la campaña del desierto al volver el mapuche al suelo chileno trajo consigo esos elementos gauchescos, algunos de los cuales aún se conservan en la Región de la Araucanía especialmente entre los mapuches y gente campesina, aunque lamentablemente otras influencias, entre ellas la cultura huasa de salón y no la verdadera, se han ido imponiendo con la fuerza y el respaldo de decretos ciegos y nacionalistas que no consideran las culturas regionales y locales.


Sin embargo la cultura gauchesca aún vive en parte del pueblo mapuche de la Araucanía. Esto puede verse en las siguientes fotografías tomadas a principio y mediados del siglo XX en Cautín, Temuco y Osorno










Y aún quedan gauchos en la Región de la Araucanía, gauchos que alzan la voz para defender esas manifestaciones tan antiguas y tan esenciales.

Gauchos como el autor de este poema:


SOY GAUCHO

Gaucho soy, de esta Patria lejana.
Nací aquí, donde pelearon los bravos.
En este suelo regado con la sangre mapuche.
Donde florecen Canelos, de flores blancas
y rojos Copihues, de rojas flores.
Gaucho soy. Diestro pal caballo.
Pal cuchillo y pa la lanza.
Pelie junto a mis hermanos en la Pampa.
Pelie aquí, contra los chilenos.
Que también tienen algo de mi sangre.
Gaucho soy. Gaucho y regaucho.
Aunque me pierdo ahora en la memoria.
Incluso de los míos, y la llegada de costumbres extrañas.
Como mi tierra, tapada de arboles ajenos,
de fundos con cercos, y con huasos.
Gaucho soy. Mapuche.
Hombre de la Tierra.
Y soy como el pellín.
Que no se pudre, aunque esté tapado por el barro.
Soy Gaucho, no me pudriré jamás...


Victor Manuel Muñoz Cantero
Ingeniero Agrónomo, pintor y poeta. hombre de campo.
gaucho de adentro pa` fuera, y pa` lo que usté mande...



Artículo: Iván Rojel Figueroa
Lic. Gestión Ambiental


































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































2 comentarios:

Anónimo dijo...

DISIENTO CON TODO LO QUE DICES, LOS GAUCHOS SON DE ARGENTINA ,LO QUE ERA LA BANDA ORIENTAL Y SUR DE BRASIL LO PERDIMOS POR LAS GUERRAS PERO ESO ES OTRO CANTAR , PIENSO QUE CHILE IMITA TODO LO DE ALREDEDOR COMO EL CASCO ALEMAN , EL GORRO RUSO Y LA BANDERA DE TEXAS,NO SON ORIGINALES ES HORA QUE BUSQUEN SU PROPIA IDENTIDAD SE ACEPTEN COMO SON

osmalis dijo...

Error el mapuche cruzo la frontera a mediados del siglo XIX cuando el gaucho aregentino tenia su identidad y vestimenta definida como así el uso de las boleadoras adoptadas de los tehuelches o pehuenches pueblo si originario de esta lado de la frontera no como los mapu que son del otro lado. Te solicito que comuniques sin tergiversar la historia para que haya elementos de la historia cultural de chile dentro del apartodo cultural gauchesco argentino..desde ya un saludo patagonico