miércoles

DESVELANDO DÉCIMAS: Décimas a Don Luis
















Con todo respeto para Don Luis Sánchez Gómez,  un ejemplo de hombre campero, que trabajó toda una vida en nuestros campos magallánicos y se fué a su ley, en esos potreros que seguramente amó y a los que entregó su juventud y su alma.


Décimas a don Luis

Partió sin decir adiós
Tal vez pa’ no molestar
Mayorga lo fue a encontrar
A la tranquera de Dios
De Aureliano fué la voz
Que lo convidó a pasar
Zúñiga le fue a cebar
Un mate de bienvenida
Y una sonrisa sentida
A don Luis le fue a brotar

Desde ese día está ausente
De los pagos de Mulato
Don Luis Sánchez hizo un trato
Con el padre omnipotente
Y se fue tranquilamente
En invisible corcel
Al gran paraíso aquel
De pampa, sol y baqueanos
Donde otros gauchos hermanos
Llegaron antes que él

Y como buen campesino
Acostumbrado al trabajo
De madrugada a destajo
Cabalgará algún camino
Arreando en su eterno sino
Blanca tropa que relincha
O si la noche se hincha
Y florece su tapiz
Seguro andará Don Luís
Con un lucero a la cincha

I. R.




martes














Trasnochando con los cantores

El Payador Perseguido
Yupanqui me regaló
Zitarrosa despertó
Bajo El árbol del olvido
Tito Fernández sentido
La Casa Nueva cantaba
Jorge Yáñez recitaba
Nadie le va a decir huacho
Y en un monte de quebracho
Maturana trabajaba

Messone y El corralero
Bascuñán y El solitario
Cafrune con El canario
Larralde y El forastero
Velásquez con El arriero
Suma Paz de Campo afuera
Violeta y La jardinera
Mientras las horas pasaban
Los 4 Cuartos cantaban
Doña Javiera Carrera

Me acordé que estoy Cesante
Escuchando a Quelentaro
Luna me daba el amparo
Del Malevo emocionante
Merlo con voz resonante
Trajo a Segundo Molina
Provincianía divina
Me decía Vera Cruz
Mientras Chacho Santa Cruz
Entre Hombres se ilumina

Con Huenchul me amanecí
Leoneando no se asombre
Y grande El canto del hombre
De Pedro Yáñez sentí
Un Cigarrito prendí
Que Victor Jara me dio
Dormido me sorprendió
El nuevo día bendito
Porque con Duerme Negrito
Quilapayún me arrulló

I. R.

jueves

El adiós de Don Alberto Merlo



Se fue Don Alberto Merlo
Tal vez buscando distancias
Recorrerá otras estancias
Donde no podremos verlo
Ya nos duele no tenerlo
Si es que orejano cantaba
Si parece que buscaba
Otros senderos esquivos
Parao sobre los estribos
Siempre más lejos miraba

El canto criollo de duelo
Y las guitarras llorando
Alberto te están nombrando
En un plañidero vuelo
Ni siquiera es un consuelo
Aquel Supremo deseo
Dios mismo en un aleteo
Señor del Sur te ha llamado
Para tenerte a su lado
Y escuchar tu bordoneo


Iván Rojel


LA VIDA A LO GAUCHO

LA VIDA A LO GAUCHO

Texto: María Soledad Ramírez

Partimos desde Puerto Natales (al final de Chile, casi donde termina el continente, a 246 kilómetros de Punta Arenas) a la estancia Cerro Guido, a 104 kilómetros por camino de tierra. Como el viaje era para largo, paramos primero en Villa Cerro Castillo, pueblo casi arrastrado por el viento, con llamativo monumento al caballo (y letreros en las calles con la forma de este animal) y museo, pequeño, pero entretenido, que muestra la historia geológica y cultural de la zona.

Seguimos nuestro camino y tuvimos nuestra primera aventura safarística con Alfredo Scott, el guía, nacido y criado en estas tierras: un águila mora despedazaba a una liebre en medio de la carretera. Sí, es una imagen sangrienta, pero la vida acá no es para los débiles, como mi estadía en la región más austral de la Patagonia chilena me lo iba a recordar día a día.

El camino siguiente nos prodigó más fauna y paisajes: cóndores, águilas, caranchos, guanacos, ñandúes y la pampa con sus pastos bajos y amarillos.

Eso era para comenzar la aventura, ¿qué vendría después?

Enfilamos hacia la estancia Cerro Guido, cuyas antiguas casas patronales se han convertido en el exquisito hotel que nos albergaría por unos días. La estancia es en sí una mini ciudad autónoma que funciona a full durante el verano, con la esquila y otras actividades más (en invierno el movimiento baja, aunque existe). Son unas 100 mil hectáreas, en las que se manejan unos 50 mil ovinos y dos mil vacunos. Unos 100 perros de arreo ayudan en la labor a los gauchos. En el canil conocí al Flaite, que no paró de ladrarnos al vernos. Acá los perros no son “tiernos”, sino compañeros del baqueano (o gaucho), acostumbrados a recibir órdenes que cumplen a la perfección. Pida que le muestren cómo responden al chiflido de su amo (distintos chiflidos para distintas órdenes). Son impresionantes.

Unas dos mil ovejas se esquilan por día durante la temporada. Usted puede ser testigo si le toca durante su estadía, como también recorrer las otras instalaciones de esta “república independiente”: escuela, posta, caballerizas, herrería, carpintería, cuerpo de bomberos, paradero de bus y hasta retén de carabineros (por la frontera cercana).

Desde las cómodas y elegantes habitaciones de la remozada casa patronal, decoradas como eran las antiguas casas a comienzos del siglo 20, todo ese mundo se mira con cierta envidia, por lo aventurero y arrojado. Claro que cuando se recorre el corto sendero hasta el quincho-comedor, con el viento volando abrigos, pelo y todo lo que no esté bien sujeto, la envidia se pone en duda. El quincho, con una vista espectacular a las Torres del Paine (el parque está a solo 30 minutos en auto), ofrece una esmerada gastronomía que rescata lo mejor de la zona (asado de cordero incluido).

El hotel tiene cabalgatas, trekking, observación de aves y la imperdible visita a las Torres. Yo partí con Alfredo hacia el valle de Las Chinas, adentrándonos por la estepa patagónica. Nuestra primera parada fue en la casa del puestero Ulloa (acá los hombres se llaman por sus apellidos) y la señora María. Ella maneja la casa propia y la casa patronal de la estancia Las Chinas, que también funciona como hotel. Nos aperamos bien, comimos y partimos cerro arriba, hacia lo que llaman el Valle de la Luna, por la sinuosidad y desolación del paisaje rocoso. El sendero ha sido demarcado por Alfredo, es cosa de seguir las estacas amarillas. Camino arriba nos topamos con guanacos y tropillas de caballos ariscos, algunos quizás baguales, es decir, salvajes, que nos miran extrañados. No importa, ver a un caballo cabalgar libre por estas montañas compensa una mirada poco amistosa (o un escupitajo del guanaco). Una hora después estamos en la cima, con vista hacia las Torres, al poniente, y hacia Sierra Baguales y Argentina al oriente. La meta está cumplida, el gozo también.

A nuestra bajada, en casa de la señora María, atisbamos un poco de la cultura del baqueano: cuando están en casa se “desensillan” de sus botas y fajas, pero conservan la boina y el pañuelo al cuello. Juegan truco y fuman. Pasamos por la casa de Don Coliboro, quizás el puestero más famoso de estos lares, un viejo sabio, amistoso, orgulloso de sus perros. Nos ofrece mate en su sencilla casa, nos despide con cierta pena, le gusta ser visitado.

Para rematar el día, una segunda aventura safarística: con Alfredo, en la mañana, habíamos visto unos ñandúes en un potrero. A nuestro regreso, cóndores, águilas y caranchos se hacían un festín con uno de ellos. Ya lo habían despellejado y decapitado. Para que no se nos olvidara de que la vida acá no es para los débiles.

Para el día siguiente el sol brillaba esplendorosamente y nuestra visita al parque Torres del Paine era todo un éxito. Rodeamos el macizo y los Cuernos del Paine y rematamos en el lago Grey. Aprovechamos un estrecho puente de tierra que se forma hacia una isla del lago, cuando baja la marea, para caminar. El viento es tal, que debemos agacharnos ante las ráfagas más furiosas, se levantan gotas, se nos clavan como espinas en la cara. Para recordarnos que la vida acá no es...

María Soledad Ramírez


DÉCIMAS VARIAS




SENTENCIAS

Sentencias sabias y buenas:

Donde hay yeguas nacen potros

Las penas son de nosotros

Las vaquitas son ajenas

Mientras hay sangre en las venas

No destiñe el que es bien gallo

Todo bien trae algún fallo

Y les digo en un susurro

Mas vale un dichoso en burro

Que un infeliz a caballo


BIPOLARIDAD

A veces veo sobrar

Cosas que me están faltando

A veces creo que soñando

Voy a lograr despertar

Tengo ganas de gritar

Y callo para expresarme

El sol suele congelarme

Si mi cordura delira

Pongo mi fe en la mentira

Y sangro para sanarme


CERROJOS

Verseador aficionado

me confieso si señor

con alma de payador

que al destino lo ha topado

mi esperanza he conservado

que los que tienen el mando

algún día no se cuando

abran puertas culturales

y den opciones reales

eso es lo que estoy pensando


SINVERGUENZAS

Cosas que otros van callando

Es necesario decir

Ya que no hay que permitir

Que nos sigan rebenqueando

El tiempo que va pasando

Trae plagas en su esquema

Rateros que son emblema

Como los de La Polar

Se debe el mundo cambiar

Aunque sea en un poema


NIEVE

Cerró el cielo su candado

De nubes en las alturas

Albo enjambre de texturas

Frías cae desbordado

Su caricia ya ha rozado

Pasto y cemento y se aferra

A algún poema que encierra

Verdades que hablan al tranco

De novias y poncho blanco:

Está nevando en mi tierra


A DON SANTOS

La tricolor pestañeó

Sangró el copihue su pena

El guitarrón ya no suena

El silencio lo pulsó

El payador que nació

En Pirque se fue señores

Al cielo de los mejores

Y hay de tristeza un diluvio

Adiós señor Santos Rubio

Gran maestro de cantores


SIN REPRESAS

Nunca habremos de dejar

Que no traten como reses

Esos altaneros jueces

que todo quieren matar

los habremos de parar

van a masticar derrotas

hablando en mapuches notas

“diez veces los venceremos”

y así les enseñaremos

“cuantos pares son tres botas”


A LA MADRE

Hoy recuerdo a la mujer

Que se encuentra florecida

La que se enfrenta a la vida

Sin jamás desfallecer

Para el hijo defender

Da la vida en un segundo

Siempre cobija profundo

El amor en su regazo

Aquí dejo un gaucho abrazo

Para las madres del mundo


LA POLÍTICA

Yo brindo por lo esencial

Del hombre sencillo y franco

Que como criollo no es manco

Y ese es su gran capital

La política banal

Mal necesario aunque burdo

A veces raya en lo absurdo

No es como el gaucho baqueano

Que da la mano al paisano

No importa si es diestro o zurdo


GAUCHERÍA

Porque la gaucha cultura

No es moda sino pasión

Es campo y es tradición

Es la herencia que perdura

Del abuelo la bravura

Criolla sangre del paisaje

Es poesía y mensaje

Que se gestó en Argentina

Y que perdura y germina

En el chileno linaje


CORAZÓN DE ESCARCHA

Un verso va a rescatar

Una canción tan criollaza

Que tiene sello de raza

Y Pavez supo cantar

Más aún de aquel lugar

Que el hermoso Norte brote

Y que esta canción anote

Que parió la inspiración

Y salió del corazón

de Campos el gran chilote


BICENTENARIO

Patria de dicha y dolor

De poetas y enamorados

Del toqui no derribado

De mar, mina y verde amor

Te amo con gaucho fervor

En tu mágico escenario

A pesar del mercenario

y el traidor, creo en mi gente

Tienes mi fe eternamente

Muy feliz bicentenario


CONTRASTES

Contrastes mi Patria anida

De ideales que no se atan

34 hombres se matan

33 luchan la vida

justa demanda esgrimida

mapu es tierra y es sentir

pueblo de un jamás rendir

ni rogar, siempre luchando

bravos se están inmolando

para un cambio conseguir


A LOS 33

Ríe mi patria feliz

Todos juntos lo lograron

Los 33 se elevaron

De la minera matriz

La alegría es el matiz

Del sentimiento más llano

Todos se estrechan la mano

Chile es un sol ya sin nube

Neruda les dijo “sube

A nacer conmigo hermano”



AL GAUCHO AUSENTE

Y cayó en brava pelea

Contra la naturaleza

Llenando así de tristeza

al Sur donde no espolea

a su pingo que escarcea

el desconsuelo absoluto

el Río las Chinas bruto

se lo llevó en su retumbo

adiós amigo Columbo

el gauchaje está de luto


A DON ARGENTINO LUNA

Su guitarra se ha quedado

En silencio y el cantor

Con su milonga mejor

Dolidos nos ha dejado

Ojalá se haya enterado

Que muy al sur de su viaje

Malevo, tambo y coraje

Nuestra fibra ha conmovido

Y cuanto ha sido querido

Por el chileno gauchaje


Señor Argentino Luna

Hasta más ver te decimos

Los que admirados tuvimos

De escucharte la fortuna

Esta tristeza se acuna

Pero en montura o en pelo

Tal vez un día en revuelo

Me arrime donde estás tú

Con Ochoa y Yamandú

Allá en la pampa del cielo


NOSTALGIA

Que linda noche sería

Campo adentro justo hoy

Yo que en la ciudad estoy

Me recuerdo todavía

Aroma a pampa venía

De la nocturna extensión

El viento un poco tristón

De nostalgia me ha invadido

Y hacia el llano humedecido

Viajo con mi corazón


Autor: Iván Rojel Figueroa