Con todo respeto para Don Luis Sánchez Gómez, un ejemplo de hombre campero, que trabajó toda una vida en nuestros campos magallánicos y se fué a su ley, en esos potreros que seguramente amó y a los que entregó su juventud y su alma.

EL OBJETIVO DE ESTE BLOG ES DAR A CONOCER LA CULTURA DE LOS GAUCHOS EN LA PATAGONIA CHILENA. SUS APEROS, SU VESTIMENTA, SUS COSTUMBRES Y TRADICIONES, SU MUSICA Y SU HISTORIA. QUIEN QUIERA APORTAR EN SERIO, ES BIENVENIDO.
LA VIDA A LO GAUCHO
Texto: María Soledad Ramírez
Partimos desde Puerto Natales (al final de Chile, casi donde termina el continente, a 246 kilómetros de Punta Arenas) a la estancia Cerro Guido, a 104 kilómetros por camino de tierra. Como el viaje era para largo, paramos primero en Villa Cerro Castillo, pueblo casi arrastrado por el viento, con llamativo monumento al caballo (y letreros en las calles con la forma de este animal) y museo, pequeño, pero entretenido, que muestra la historia geológica y cultural de la zona.
Seguimos nuestro camino y tuvimos nuestra primera aventura safarística con Alfredo Scott, el guía, nacido y criado en estas tierras: un águila mora despedazaba a una liebre en medio de la carretera. Sí, es una imagen sangrienta, pero la vida acá no es para los débiles, como mi estadía en la región más austral de la Patagonia chilena me lo iba a recordar día a día.
El camino siguiente nos prodigó más fauna y paisajes: cóndores, águilas, caranchos, guanacos, ñandúes y la pampa con sus pastos bajos y amarillos.
Eso era para comenzar la aventura, ¿qué vendría después?
Enfilamos hacia la estancia Cerro Guido, cuyas antiguas casas patronales se han convertido en el exquisito hotel que nos albergaría por unos días. La estancia es en sí una mini ciudad autónoma que funciona a full durante el verano, con la esquila y otras actividades más (en invierno el movimiento baja, aunque existe). Son unas 100 mil hectáreas, en las que se manejan unos 50 mil ovinos y dos mil vacunos. Unos 100 perros de arreo ayudan en la labor a los gauchos. En el canil conocí al Flaite, que no paró de ladrarnos al vernos. Acá los perros no son “tiernos”, sino compañeros del baqueano (o gaucho), acostumbrados a recibir órdenes que cumplen a la perfección. Pida que le muestren cómo responden al chiflido de su amo (distintos chiflidos para distintas órdenes). Son impresionantes.
Unas dos mil ovejas se esquilan por día durante la temporada. Usted puede ser testigo si le toca durante su estadía, como también recorrer las otras instalaciones de esta “república independiente”: escuela, posta, caballerizas, herrería, carpintería, cuerpo de bomberos, paradero de bus y hasta retén de carabineros (por la frontera cercana).
Desde las cómodas y elegantes habitaciones de la remozada casa patronal, decoradas como eran las antiguas casas a comienzos del siglo 20, todo ese mundo se mira con cierta envidia, por lo aventurero y arrojado. Claro que cuando se recorre el corto sendero hasta el quincho-comedor, con el viento volando abrigos, pelo y todo lo que no esté bien sujeto, la envidia se pone en duda. El quincho, con una vista espectacular a las Torres del Paine (el parque está a solo 30 minutos en auto), ofrece una esmerada gastronomía que rescata lo mejor de la zona (asado de cordero incluido).
El hotel tiene cabalgatas, trekking, observación de aves y la imperdible visita a las Torres. Yo partí con Alfredo hacia el valle de Las Chinas, adentrándonos por la estepa patagónica. Nuestra primera parada fue en la casa del puestero Ulloa (acá los hombres se llaman por sus apellidos) y la señora María. Ella maneja la casa propia y la casa patronal de la estancia Las Chinas, que también funciona como hotel. Nos aperamos bien, comimos y partimos cerro arriba, hacia lo que llaman el Valle de la Luna, por la sinuosidad y desolación del paisaje rocoso. El sendero ha sido demarcado por Alfredo, es cosa de seguir las estacas amarillas. Camino arriba nos topamos con guanacos y tropillas de caballos ariscos, algunos quizás baguales, es decir, salvajes, que nos miran extrañados. No importa, ver a un caballo cabalgar libre por estas montañas compensa una mirada poco amistosa (o un escupitajo del guanaco). Una hora después estamos en la cima, con vista hacia las Torres, al poniente, y hacia Sierra Baguales y Argentina al oriente. La meta está cumplida, el gozo también.
A nuestra bajada, en casa de la señora María, atisbamos un poco de la cultura del baqueano: cuando están en casa se “desensillan” de sus botas y fajas, pero conservan la boina y el pañuelo al cuello. Juegan truco y fuman. Pasamos por la casa de Don Coliboro, quizás el puestero más famoso de estos lares, un viejo sabio, amistoso, orgulloso de sus perros. Nos ofrece mate en su sencilla casa, nos despide con cierta pena, le gusta ser visitado.
Para rematar el día, una segunda aventura safarística: con Alfredo, en la mañana, habíamos visto unos ñandúes en un potrero. A nuestro regreso, cóndores, águilas y caranchos se hacían un festín con uno de ellos. Ya lo habían despellejado y decapitado. Para que no se nos olvidara de que la vida acá no es para los débiles.
Para el día siguiente el sol brillaba esplendorosamente y nuestra visita al parque Torres del Paine era todo un éxito. Rodeamos el macizo y los Cuernos del Paine y rematamos en el lago Grey. Aprovechamos un estrecho puente de tierra que se forma hacia una isla del lago, cuando baja la marea, para caminar. El viento es tal, que debemos agacharnos ante las ráfagas más furiosas, se levantan gotas, se nos clavan como espinas en la cara. Para recordarnos que la vida acá no es...
María Soledad Ramírez
DÉCIMAS VARIAS
SENTENCIAS
Sentencias sabias y buenas:
Donde hay yeguas nacen potros
Las penas son de nosotros
Las vaquitas son ajenas
Mientras hay sangre en las venas
No destiñe el que es bien gallo
Todo bien trae algún fallo
Y les digo en un susurro
Mas vale un dichoso en burro
Que un infeliz a caballo
BIPOLARIDAD
A veces veo sobrar
Cosas que me están faltando
A veces creo que soñando
Voy a lograr despertar
Tengo ganas de gritar
Y callo para expresarme
El sol suele congelarme
Si mi cordura delira
Pongo mi fe en la mentira
Y sangro para sanarme
CERROJOS
Verseador aficionado
me confieso si señor
con alma de payador
que al destino lo ha topado
mi esperanza he conservado
que los que tienen el mando
algún día no se cuando
abran puertas culturales
y den opciones reales
eso es lo que estoy pensando
SINVERGUENZAS
Cosas que otros van callando
Es necesario decir
Ya que no hay que permitir
Que nos sigan rebenqueando
El tiempo que va pasando
Trae plagas en su esquema
Rateros que son emblema
Como los de La Polar
Se debe el mundo cambiar
Aunque sea en un poema
NIEVE
Cerró el cielo su candado
De nubes en las alturas
Albo enjambre de texturas
Frías cae desbordado
Su caricia ya ha rozado
Pasto y cemento y se aferra
A algún poema que encierra
Verdades que hablan al tranco
De novias y poncho blanco:
Está nevando en mi tierra
A DON SANTOS
La tricolor pestañeó
Sangró el copihue su pena
El guitarrón ya no suena
El silencio lo pulsó
El payador que nació
En Pirque se fue señores
Al cielo de los mejores
Y hay de tristeza un diluvio
Adiós señor Santos Rubio
Gran maestro de cantores
SIN REPRESAS
Nunca habremos de dejar
Que no traten como reses
Esos altaneros jueces
que todo quieren matar
los habremos de parar
van a masticar derrotas
hablando en mapuches notas
“diez veces los venceremos”
y así les enseñaremos
“cuantos pares son tres botas”
A LA MADRE
Hoy recuerdo a la mujer
Que se encuentra florecida
La que se enfrenta a la vida
Sin jamás desfallecer
Para el hijo defender
Da la vida en un segundo
Siempre cobija profundo
El amor en su regazo
Aquí dejo un gaucho abrazo
Para las madres del mundo
LA POLÍTICA
Yo brindo por lo esencial
Del hombre sencillo y franco
Que como criollo no es manco
Y ese es su gran capital
La política banal
Mal necesario aunque burdo
A veces raya en lo absurdo
No es como el gaucho baqueano
Que da la mano al paisano
No importa si es diestro o zurdo
GAUCHERÍA
Porque la gaucha cultura
No es moda sino pasión
Es campo y es tradición
Es la herencia que perdura
Del abuelo la bravura
Criolla sangre del paisaje
Es poesía y mensaje
Que se gestó en Argentina
Y que perdura y germina
En el chileno linaje
CORAZÓN DE ESCARCHA
Un verso va a rescatar
Una canción tan criollaza
Que tiene sello de raza
Y Pavez supo cantar
Más aún de aquel lugar
Que el hermoso Norte brote
Y que esta canción anote
Que parió la inspiración
Y salió del corazón
de Campos el gran chilote
BICENTENARIO
Patria de dicha y dolor
De poetas y enamorados
Del toqui no derribado
De mar, mina y verde amor
Te amo con gaucho fervor
En tu mágico escenario
A pesar del mercenario
y el traidor, creo en mi gente
Tienes mi fe eternamente
Muy feliz bicentenario
CONTRASTES
Contrastes mi Patria anida
De ideales que no se atan
34 hombres se matan
33 luchan la vida
justa demanda esgrimida
mapu es tierra y es sentir
pueblo de un jamás rendir
ni rogar, siempre luchando
bravos se están inmolando
para un cambio conseguir
A LOS 33
Ríe mi patria feliz
Todos juntos lo lograron
Los 33 se elevaron
De la minera matriz
La alegría es el matiz
Del sentimiento más llano
Todos se estrechan la mano
Chile es un sol ya sin nube
Neruda les dijo “sube
A nacer conmigo hermano”
AL GAUCHO AUSENTE
Y cayó en brava pelea
Contra la naturaleza
Llenando así de tristeza
al Sur donde no espolea
a su pingo que escarcea
el desconsuelo absoluto
el Río las Chinas bruto
se lo llevó en su retumbo
adiós amigo Columbo
el gauchaje está de luto
A DON ARGENTINO LUNA
Su guitarra se ha quedado
En silencio y el cantor
Con su milonga mejor
Dolidos nos ha dejado
Ojalá se haya enterado
Que muy al sur de su viaje
Malevo, tambo y coraje
Nuestra fibra ha conmovido
Y cuanto ha sido querido
Por el chileno gauchaje
Señor Argentino Luna
Hasta más ver te decimos
Los que admirados tuvimos
De escucharte la fortuna
Esta tristeza se acuna
Pero en montura o en pelo
Tal vez un día en revuelo
Me arrime donde estás tú
Con Ochoa y Yamandú
Allá en la pampa del cielo
NOSTALGIA
Que linda noche sería
Campo adentro justo hoy
Yo que en la ciudad estoy
Me recuerdo todavía
Aroma a pampa venía
De la nocturna extensión
El viento un poco tristón
De nostalgia me ha invadido
Y hacia el llano humedecido
Viajo con mi corazón
Autor: Iván Rojel Figueroa